Teología e Historia, Volumen 7, Año 2012, pp. 45-64 ISSN 1667-3735
Introducción
Este artículo estudia la relación entre la masonería y la Iglesia Metodista Episcopal en el territorio que actualmente conforma la República Oriental del Uruguay y durante el período que a de 1806 a 1904.[1]
En 1806 los ingleses invaden el Río de la Plata ocupando Buenos Aires a mediados de año, Maldonado en la Banda Oriental a fines de octubre, y unos meses más tarde, en febrero de 1807, Montevideo. Es en esa fecha cuando se afilia a la masonería Miguel Furriol, la primera persona en suelo oriental que ingresa a esa institución. Del punto de vista religioso en 1806 llega David Hill Creighton, un integrante de la Sociedad Misionera de Londres.[2] Venía con 600 Nuevos Testamentos en castellano los que tuvieron muy buena recepción entre la población.[3] Sin embargo, al retirarse los ingleses, el obispo de Buenos Aires “reclamó bajo las más severas penas eclesiásticas, todos aquellos ejemplares (…).”[4]
En 1904, luego de sangrientas luchas, fallece el caudillo blanco Aparicio Saravia, con lo cual culmina una época de enfrentamientos armados entre los bandos políticos tradicionales de Uruguay, los bandos blanco y colorado. En el país comienza otra forma de vivir las relaciones entre dichas divisas. Para ese entonces, la Iglesia Metodista Episcopal se había organizado y estaba presente en varios sitios del país. Para recabar información trabajamos con diferentes tipos de fuentes. Entre ellas la prensa evangélica metodista, la que contiene varias menciones a la masonería, no solo de Montevideo, sino también del interior del país, tal lo que acontece con la logia Hiram[5] del departamento de Salto. Es en el local de esa logia, donde en 1879 un laico metodista llamado Juan Correa, dicta conferencias religiosas, lo que provocó el enojo de los curas del departamento salteño. Los discursos de Correa fueron publicados en los diarios de Salto y Paysandú.[6] El Evangelista también publicó la noticia dando cuenta de la acusación de los curas del litoral sobre la vinculación entre ambas instituciones. Esa acusación parece no ser infundada de acuerdo a lo que expresa el semanario:
“Notas editoriales
ENOJO DE LOS CURAS EN SALTO
En el Salto los curas se pusieron en agitación por la invasión herética, y como el Sr. Correa dio sus conferencias en un salón perteneciente á la logia Hiram, los curas tuvieron que salir con sus cosas de costumbre contra los evangélicos y masones. (…) Hace siglos que los curas están sosteniéndose contra los evangélicos y los masones, con un resultado constantemente favorable á estos.” [7]
Analizamos también algunas fuentes que hasta ahora han permanecido inéditas. Tal es el caso del material proveniente de dos logias templarias o de templanza,[8] a las que hemos catalogado como para- masónicas, por la similitud de su liturgia con la de la masonería; logias templarias vinculadas al menos a algunos miembros de la Iglesia Metodista Episcopal, y tal vez, a la propia Iglesia. No pudimos acceder al archivo de la masonería en Uruguay debido a una política muy dura del grupo, que impide a personas ajenas a la institución examinar la documentación, incluso de épocas tan pretéritas como las relacionadas al siglo XIX. Hasta el presente no hemos encontrado en la bibliografía consultada, una investigación que indague una posible simbología esotérica en la arquitectura de algunos templos evangélicos. Dedicamos parte del trabajo a ese análisis, ya que entendimos podía constituir un aporte diferente. Nos vimos obligados a utilizar material fotográfico, debido a que los templos han desaparecido o a que su arquitectura ha sido modificada.
1) Nombres y definiciones
Definición de masonería y masón
La masonería es una sociedad esotérica, que si al menos no es secreta, utiliza el secreto, se expresa mediante símbolos y requiere un rito de iniciación. En ella confluyen diferentes doctrinas del mundo esotérico antiguo. Heredera de las cofradías de constructores del mundo medieval, vincula su origen a la construcción del templo de Salomón. Es elitista ya que el conocimiento de los llamados grandes misterios no es para todos sino para algunos elegidos. De conformación mayormente masculina,[9] sus integrantes se sienten unidos por determinados ideales e intereses, que confluyen en la búsqueda del perfeccionamiento humano.
La fecha 24 de junio de 1717 marca el origen de la llamada masonería especulativa. Así la define un diccionario especializado:
“Francmasonería (secta): Sociedad de corte esotérico e iniciático, extendida por todo el mundo, cuyo origen data de las hermandades religiosas o gremiales de los albañiles (maçon) ingleses y franceses de los siglos XII y XIII, basada en la idea de ayuda mutua. En el siglo XVIII adoptó un talante cultural y político de elite ilustrada, lo que convirtió a los masones en contestatarios del orden religioso y político del llamado Antiguo Régimen, así como seguidores del pensamiento de la Ilustración, en un grupo selecto con poder decisorio en que sus miembros estaban infiltrados en los estamentos más importantes de la sociedad.”[10]
En cuanto al vocablo masón, el mismo diccionario expresa:
“Masón – Se denomina así a todo individuo afiliado a la Francmasonería. Su verdadero nombre es el de Masón libre o Constructor libre (…) los Masones eran arquitectos constructores del edificio moral del perfeccionamiento humano; es decir, obreros libres de los límites de la materia y emancipados de la pequeñez del mundo material.
Francmasonería o masonería
Respecto al origen del nombrefrancmasoneríao masoneríay su significado, no hay una opinión unánime entre los investigadores. Luc Benoist entiende que el origen del vocablo francmasonería podría estar vinculado a “… la franquicia de tributos y servicios que el emperador acordó en 1276 a los artesanos del taller de la catedral de Estrasburgo. Significa hombre libre, por oposición a siervo”.[11] Sin embargo según Rodolfo Puiggrós “La expresión freestone mason fue reemplazada paulatinamente por la más simplificada de freemason (albañil libre o franco, es decir, fracmasón). Esta palabra freemason se refiere evidentemente a la calidad de la piedra, y no a ninguna franquicia de que gozaran los constructores de las catedrales. Cuando la fracmasonería especulativa procedente de Inglaterra fue introducida en Francia hacia 1725, se tradujo naturalmente freemason por franc-maçon, expresión desconocida en la Edad Media”.[12]
Quizá estas posiciones no tienen por qué ser excluyentes. Podría ser posible que, tanto el tipo de piedra trabajada, como ciertas concesiones o libertades, unidos a determinados conocimientos técnicos, hayan formado con el tiempo, el concepto que comprende los vocablos francmasonería y freemason.
Esoterismo e iniciación
Hemos definido a la masonería como una institución esotérica. Esotérico es lo reservado, oculto. Además se aplíca a la doctrina que los filósofos de la antigüedad solamente comunicaban a muy pocos discípulos. Luc Benoist especifica “… que lo esotérico se conforma de lo que se recibe en silencio, de lo que está prohibido hablar y de lo que es difícil hablar, esto último por tener carácter de inescrutable.[13]
Se entiende por Iniciación “las ceremonias por las cuales se ingresa en la Orden, por medio de pruebas, juramentos y comunicación de misterios”.[14]
Masonería y religión
Si bien en general la masonería no se ha definido a sí misma como una religión observamos que comparte con ella algunas facetas[15]. Sus orígenes son místicos[16], incorpora símbolos y tradiciones provenientes de la antigüedad, del judaísmo y del cristianismo, de órdenes religiosas cristianas, herencias célticas, del hermetismo, aportes de la alquimia, de la Edad Media y de la cábala.[17]
El Diccionario Enciclopédico de Frau Abrines muestra muchos elementos bíblicos que la masonería utiliza. Así el templo de Salomón sobre el que se construye la leyenda de Hiram, la genealogía de Jesús, personajes del Antiguo Testamento como Azarías, Baná, Daniel, David y la figura del buen pastor en el Nuevo Testamento, entre otras.[18] Sin embargo, carece de un elemento soteriológico ya que no predica una salvación, no promete perdón de pecados, ni un mundo en el más allá.
Origen de la masonería
Una leyenda extiende el origen de esta institución esotérica hacia el gremio de albañiles constructores del templo de Salomón. Según la misma, el rey Hiram de Tiro era un sabio arquitecto. Envió a Salomón, a su homónimo Hiram-abi,
“(…) hijo de una mujer de las hijas de Dan, aunque su padre fue de Tiro; el cual sabe trabajar en oro, plata, bronce y hierro, en piedra y en madera, en púrpura y en azul, en lino y en carmesí; asimismo sabe esculpir toda clase de figuras, y sacar toda forma de diseño que se le pida (…)”[19]
Al terminar la construcción del templo, tres compañeros se unieron para asesinarlo, ante su negativa de revelar las palabras y signos secretos, por los que se distinguían los maestros de la construcción. Como armas utilizaron sus útiles de trabajo, o sea una regla o compás, una escuadra y un mazo. “Estos tres elementos de trabajo pasaron a ser símbolos de las logias masónicas. (…) Con la muerte de Hiram-abi, la masonería quedó viuda, por lo cual los masones se denominarían “Hijos de la viuda”.[20]
Otra explicación de por qué los masones son designados de esa manera, proviene del texto bíblico que afirma que Hiram era hijo de una viuda. [21]
El templo de Salomón
Es fundamental en el pensamiento de esta institución. En la masonería se interpreta que su construcción y mobiliario representan al cosmos. Las columnas de Hakin y Boaz [22] señalaban el lugar de los solsticios de invierno y de verano. De esta forma, a su vez, quedaba establecido el sitio de los equinoccios de primavera y otoño. Se formaba así una cruz cuaternaria. El eje norte – sur, quedaba determinado por la posición del sol en los solsticios. El eje este – oeste por la posición del astro rey en los equinoccios.
2) Masonería operativa
A partir del siglo XII con el regreso de cruzados y templarios la Europa feudal no puede detener el desarrollo del comercio al que se une el resurgir de las ciudades. Los comerciantes y artesanos comenzaron a agruparse en corporaciones de oficio para defender sus intereses, con un santo patrono al frente.
“En tiempos en los que se daba una sacralización del mundo, de sus formas y de sus objetos, cada oficio poseía, aparte de sus técnicas, los ritos propios de su trabajo que convertían a cada artesano en un obrero y en un iniciado. (…) El oficio, necesario para la supervivencia material, era asimismo indispensable para la trascendencia del ser. (…) La iniciación (…) tenía por fundamento una técnica operativa en el pasado, especulativa en nuestros días (…) para tratar de volver a hallar el estado primigenio del Ser antes de la caída. (…) El iniciado es así hijo del Cielo y de la Tierra y su iniciación técnica no procede sino de pequeños misterios”. [23]
Es posible que en las agrupaciones todos ostentaran el título de compañeros, aun los maestros. Los secretos de las técnicas artesanales, los grandes secretos, eran guardados celosamente. La mentalidad medieval entendía a Dios como el Gran Arquitecto del universo. Es en el universo que se manifestaba su creación. El microcosmos,[24] conformado por el ser humano, imitaba esa creación, a través de la elevación de los diversos edificios.
La logia en la masonería operativa
Al lado de las edificaciones que se levantaban había un cobertizo llamado logia. Servía de depósito para guardar herramientas, permitía compartir las comidas o gozar del descanso cuando el brillante sol de la siesta impedía continuar la labor. Y al llegar el mal tiempo, protegía a los pocos artesanos que quedaban en la obra, los que aprovechaban el refugio interior para adelantar algunos trabajos. “Fueron un poco como clubes y en ellas tuvieron su origen lejano las logias masónicas”.[25]
Las construcciones demoraban varios años y aquellas logias que permanecían inmutables hasta que finalizaba el trabajo, comenzaron a tener vida por sí mismas. La masonería de la Edad Media es entonces operativa, trabaja la piedra, elemento vital para construir edificios, en especial las catedrales. La arquitectura pasa a ser el Arte Real, cuya técnica es conocida por unos pocos.
3) Masonería especulativa
Con el paso del tiempo esa masonería operativa dio paso a la especulativa.[26] Desaparece la actividad propia del gremio constructor aunque se conservan rituales y símbolos de la masonería operativa. La materia prima, las piedras para la construcción, son ahora los seres humanos.
En los siglos XVIII y XIX, la masonería va captando rápidamente personalidades civiles, eclesiásticas y militares de la época. El ser humano deviene la materia prima en construcción. El aprendiz es un reflejo de la piedra bruta sin desbastar.[27] La finalidad de la masonería especulativa es construir el templo ideal, o sea, transformar al ser humano que es visto como piedra sin pulir, para que pueda entonces insertarse en ese edificio. Ese templo de la humanidad es dedicado a la gloria del Gran Arquitecto del Universo o Gran Geómetra[28] y su paradigma se encuentra en el templo de Salomón. De acuerdo a la tradición, y parece ser un dato verosímil, es el día 24 de junio de 1717, día de San Juan[29], la fecha de fundación de la Gran Logia en la ciudad de Londres, la que se afirma de carácter universal. Se piensa que esta Logia reunió a cuatro preexistentes poniendo al frente al Gran Maestre.
La masonería utiliza ritos y símbolos para expresarse. Puesto que el simbolismo ocupa un lugar preferencial, la fecha 24 de junio de 1717 no debe ser casual. El 24 de junio, mucho antes de su cristianización como día de San Juan, era una fecha vinculada al culto a la naturaleza. Los solsticios son fechas asociadas desde la antigüedad al culto solar. Respecto al año 1717 no hemos encontrado en la bibliografía consultada, ningún análisis, ni siquiera una mención sobre su posible significado simbólico. Nos atrevemos a arriesgar dos posibilidades. Por un lado, la suma de los cuatro números da por resultado 16. Si sumamos los dos dígitos de esa cifra 1 + 6, obtenemos el número 7 que “Está compuesto por la unión del ternario y el cuaternario, por lo que se le atribuye excepcional valor”.[30]
Otra posibilidad, que no tiene por qué excluir a la primera, surge de la importancia simbólica, tanto del número 1 como del número 7, que en ese año 1717, se duplican y en el mismo orden. El número 1 es “símbolo del ser, de la aparición de lo esencial (…) se identifica con el centro, con el punto irradiante y la potencia suprema.”[31] Sin duda habrán existido factores históricos coyunturales que permitieron el establecimiento de la Gran Logia de Londres, y a ellos se debe haber agregado el aspecto simbólico.
La logia en la masonería especulativa
La logia debe guardar una “divina proporción, regla que era utilizada por los arquitectos medievales.”[32] La logia es “un doble cuadrado, cuya longitud (de oriente a occidente) es el doble de la anchura.”[33] Largo, ancho y alto conforman una cruz en tres dimensiones que es un esquema simbólico del cosmos. En el corazón de la logia está el Altar y sobre el mismo reposa el Libro Sagrado, abierto en los pasajes bíblicos de Reyes o Crónicas que especifican las medidas del templo de Jerusalén, o en el primer capítulo del Evangelio según Juan. Forman parte de la logia el delta luminoso y las columnas de Hakin y Boaz. En el centro de la logia, el pavimento mosaico, en blanco y negro representa las energías positivas y negativas. Y en medio del pavimento mosaico está el cuadro de la logia que es la síntesis de todo el templo masónico. Alrededor del pavimento mosaico y del cuadro de la logia, arden sobre pilares, tres luces que representan Sabiduría, Fuerza y Belleza.[34]
4) La Iglesia Metodista Episcopal en el Uruguay y sus primeros locales
El local de la calle Piedras 77
“En el año 1869, el Reverendo Sr. Juan F. Thomson, empezó en esta ciudad de Montevideo, la propaganda evangélica dando conferencias religiosas en el salón de la Escuela Filantrópica, establecida en la calle Piedras, bajo los auspicios de la Masonería.”[35] Ese local de la calle Piedras 77 esquina Maciel, perteneciente a la Sociedad Filantrópica, se consiguió a través de la influencia del inversor inglés John McColl. Era una persona conocida de la Asociación Rural, miembro de la masonería, quien alcanzó el grado 33 del Gran Oriente del Uruguay.[36] Había fundado la Logia Decretos de la Providencia de la que fue Venerable[37] en 1864.[38]
La Sociedad Filantrópica vinculada al local de la calle Piedras 77 es aquella que tuvo su origen en el año 1857, cuando la población montevideana, además de la dura situación económica que vivía el país, se vio enfrentada a la epidemia de fiebre amarilla. La masonería creó y sostuvo esta Sociedad Filantrópica con el fin de ayudar en esa grave situación. En los Estatutos del Gran Oriente del Uruguay, publicados en 1869, aparece la noticia de que se ha decidido construir un templo masón en Montevideo y entre los condóminos se haya la Sociedad Filantrópica.[39]
La Iglesia Metodista Episcopal contó con la ayuda de la masonería desde sus comienzos. El hecho no es casual. Según Lappas, el pastor Juan F. Thomson se había iniciado en la masonería en Ohio (EEUU) cuando realizó sus estudios teológicos en Delaware. En Buenos Aires formó parte de la Logia Progreso No 28 siendo el fundador en esa ciudad, en el año 1880, del Capítulo Real Arco Masefield No 617.[40] Thomson es el protagonista de otro episodio que parece confirmar su filiación masónica. Por la prensa metodista conocemos que:
“En 1878 los papistas enragés del pueblo de San José (República del Uruguay) habían asaltado la Logia Masónica allí existente, y lanzaban sapos y culebras contra todos lo enemigos de su religión (¡sic!). El Sr. Thomson aceptó una invitación para dar una conferencia en ese medio hostil. Sus amigos en Montevideo temieron por su persona. Acompañado del valiente correligionario don Bernardino van Domselaar, se presentó en el amplio teatro, donde hizo la defensa del Evangelio”. [41]
Añade la información que Thomson llevaba la recomendación del Coronel Lorenzo Latorre[42] y de su Ministro José María Montero, recibiendo entonces, la protección de las autoridades de San José. “(…) después del discurso los oficiales del regimiento pasaron ante el auditorio con sus carteras en la mano anotando á los que se suscribían á El Evangelista, entonces órgano de la Misión”. [43]
Este acontecimiento demuestra que Juan F. Thomson poseía contactos para lograr la protección de las más altas autoridades del país. Una posibilidad es que lo hiciera a través de los Hijos de la Viuda. Es llamativo que se comente el viaje de Thomson junto a la noticia del ataque que recibió la logia masónica en San José.
Templo Metodista de la calle Treinta y Tres
El 2 de diciembre de 1869 Juan Lawes o Lowes compró en Montevideo y para la Misión Metodista, un edificio ubicado en la calle Treinta y Tres 266.
Se trataba de un teatro, el Franco Oriental, que sirvió como templo a la Misión por varios años.
“En los últimos meses de 1869, Juan Lawes, destacado miembro de la colectividad inglesa, adquirió esa propiedad, que algún tiempo después transfirió definitivamente a la misión Metodista, contribuyendo el señor Lawes con una parte considerable de su valor”.[44]
Juan Lowes o Lawes, está registrado en el Gran Oriente del Uruguay.[45] En 1879 formaba parte de la Junta Fideicomisaria de la Iglesia Metodista Episcopal.[46] El edificio de la calle Treinta y Tres, permiten apreciar una simbología masónica, que ya existía al adquirirse la propiedad. Remata el frente del edificio la simbólica forma triangular adoptada por la masonería. Es un triángulo equilátero que contiene en su interior un delta luminoso, cuyos rayos se expanden en todas direcciones. Se trata de una representación del sol naciente identificado con la diosa egipcia Ra. En el simbolismo masónico el sol es un elemento clave y el sol naciente adquiere aspectos relevantes.
“En los templos masónicos [la Naturaleza] está simbolizada por el Delta o triángulo luminoso que brilla al Oriente, debajo del dosel (encima del sillón del venerable maestro o presidente). Los tres lados del Delta simbolizan el Nacimiento, la Vida y la Muerte.”[47]
En la década del ochenta la Iglesia Metodista Episcopal realizó en este edificio diversas reformas, incluido el arreglo del techo. Por una foto que se conserva de 1909[48] o de años posteriores, sabemos que la parte externa con su simbología masónica, permanecía intacta años después de las modificaciones antedichas. En el templo el tímpano-triángulo se asienta sobre la base y termina en punta, con el vértice hacia arriba.
“Su más alta significación [del triángulo] aparece como emblema de la Trinidad. En su posición normal, con el vértice hacia arriba también simboliza el fuego y el impulso ascendente de todo hacia la unidad superior, desde lo extenso (base) a lo inextenso (vértice), imagen del origen o punto irradiante.”[49]
Incluso en el triángulo cada lado tiene una simbología especial: crear, conservar y transformar; belleza, fuerza y sabiduría. El triángulo con sus tres lados representa una síntesis y en la masonería se conecta con la simbología de los ciclos: pasado, presente y futuro; nacimiento, plenitud y muerte. Pero además, representan a los tres grados de la masonería, así: aprendiz, compañero y maestro.
Finalmente el templo de la calle Treinta y Tres fue expropiado por el Municipio de Montevideo y se demolió en 1929. “Pero la desaparición del viejo Templo encierra un símbolo. (…) Aquel sitio, donde se sembró la libertad, quedará abierto, libre de cercos opresores. Los árboles, imágenes del templo, levantarán allí sus copas, y hasta allí llegarán, como emblemas del pensamiento, la luz del sol y las auras potentes del estuario”.[50]
5) Las logias templarias
La templanza fue un ingrediente fundamental de la ética cristiana. La propia Iglesia Metodista Episcopal alentaba a sus miembros a formar logias de templanza.[51] El Archivo de la Iglesia Metodista en el Uruguay preserva documentos relacionados con dos logias de templanza: la Logia Iris No. 7 y una logia juvenil, cuyo nombre desconocemos y a la que nos permitimos denominar Verdad, Amor y Pureza ya que ese es el lema que adoptó.[52] En determinados aspectos estas logias de templanza pueden vincularse con la masonería, ya que su ritual presenta algunas similitudes con el ritual masónico.
Definición de templanza
En 1888 para la Iglesia Metodista Episcopal la templanza significaba “(…) una virtud mandada en las Sagradas Escrituras (…) Se entiende por eso la subordinación de todas las emociones, pasiones y apetitos al dominio de la razón y de la conciencia. En cuanto al uso de las bebidas alcohólicas, sabemos que muchos y gravosos son los males que resultan de él, y para que pongamos ejemplo cristiano y salvar al pueblo de estos terribles males, aconsejamos á todos nuestros hermanos, sean ministros ó sean legos, que observen fielmente la regla buena, emitida por el fundador del metodismo que enseña que no se debe beber licores espirituosos “á no ser en caso de extrema necesidad. LA COMISIÓN”.[53] Un año después se alentaba:
“1º. Que los pastores prediquen sermones especiales, cada tres meses sobre la Templanza (…).
J. G. Froggatt, A. W. Tallon y J. F. Jennes
2º. Que nuestros miembros se esfuercen para que las ideas que se imparten en el hogar doméstico á los niños con respecto á la Templanza se ajusten absolutamente á las enseñanzas de la Escritura y á las lecciones de la experiencia.
3º. Que nos alegraríamos que se adoptasen por las escuelas públicas de estos países, textos que enseñen los efectos perniciosos del alcohol sobre el cuerpo humano, así como sobre la moral, cosa que se hace en Estados Unidos. »[54]
Similitudes entre las logias de templanza y las logias de la masonería
La documentación de las logias Iris No 7 y Verdad, Amor y Pureza, permite concluir que en el ritual de estas logias de templanza o templarias, hay elementos parecidos a los de la masonería. Tanto las de templanza como las masónicas se denominan logias. Y el lugar de origen de ambas es Inglaterra. Al igual que en la masonería, estas logias templarias o de templanza declaran abiertos y cerrados los trabajos de la logia. La Apertura requiere que se cumpla con un orden preestablecido.
El ritual de la Logia Iris especifica:
“Cuando ha llegado la hora de empezar los trabajos el D.G.T. (Digno Gefe Templario)[55] tomará su puesto y llamará la Logia al orden.” Las personas que ostentan grados deben hallarse “en sus respectivos puestos” y deberán tener “correctamente las señales y las palabras de Orden y pase.”
Además:
“Los oficiales y miembros se investirán de las insignias que les correspondan y ocupen sus respectivos puestos.” “(…) Vamos a dar principio a los trabajos de nuestra Logia. Los que no sean miembros de la Orden deben retirarse. (…) Ahora declaro abierta la Logia para proceder a nuestros trabajos (…) Estamos aquí para trabajar; hágase así y que este sea para el adelanto de nuestra causa común y a la Gloria de Dios”.
Mientras que el ritual de la Logia Juvenil Verdad, Amor y Pureza especifica:
“Vamos a abrir nuestro Templo para dar principio a los trabajos. Todos los que no sean miembros se retirarán. Los oficiales y miembros ocuparán sus respectivos puestos colocándose las insignias. (…) El Vice Templario me dará la palabra de pase (…) El Mariscal y Diputado Mariscal me darán la palabra de pase: luego irán a cada miembro presente, quienes se levantarán y le comunicarán la palabra.
Para ingresar a la logia templaria se requiere estar habilitado y conocer las palabras de pase. La masonería posee también sus palabras, señales y signos secretos.
Insignias y grados
La masonería tiene diversos grados. Las logias templarias Iris No 7 y Verdad, Amor y Pureza ostentan determinados títulos que podríamos asociar a grados: “Digno Gefe Templario” (D.G.T), “Diputado Mariscal” (D.M.), “Digno Mariscal” (D.M.), “Digno Ayudante Mariscal” (D.A.M. o D.M.A.), “Guarda”, y “Sentinela”.[56] De acuerdo al ritual de la Logia Iris luego de la bendición final el Digno Jefe Templario ordenará al Digno Mariscal y al Digno Mariscal Ayudante que:
“Los miembros permanecerán de pie mientras los Dignos Mariscales recogerán las insignias. El D. M empezará a la mano izquierda del D.G.T. quien mantendrá puesta su insignia hasta la conclusión, y el D.M.A. comenzará a la derecha del D.G.T. Recogidas que fueren las insignias de la Logia se colocarán en sus puestos y sin saludar dirán: D.M. Digno Gefe Templario las insignias están recogidas a vuestra izquierda. D.M.A. Digno Gefe Templario, las insignias están recogidas a vuestra derecha. Tras lo cual el Digno Jefe Templario declara “cerrados los trabajos de esta Logia por esta noche.”
En la logia juvenil Verdad, Amor y Pureza, al instalar los nuevos oficiales los mismos
“(…) darán un paso hacia delante conforme yo los vaya llamando y después que hayan sido instruidos en los deberes de su cargo serán conducidos a sus puestos e investidos de sus insignias por los Mariscales alternándose. El Digno Jefe Templario dirá: Es vuestro deber ayudar a guardar el orden, ver que todos los miembros tengan puestas sus insignias; recibir y contestar al saludo dado por los miembros desde el centro del salón, revestidos de las insignias.” Y se estipula deber del Mariscal y del Diputado Mariscal de “(…) distribuir y recoger las insignias (…)”
Desconocemos cómo eran esas insignias y qué símbolos portaban. En el inventario de la Logia Iris No. 7 había insignias de primer, segundo y tercer grado. En los casos de estas dos logias templarias desconocemos los requisitos necesarios para alcanzar esos diferentes grados. La masonería tiene en cuenta la antigüedad y los méritos logrados por sus componentes dentro y fuera de la institución.
Cadena de unión
En la ceremonia de iniciación, al ser recibido el candidato en la Logia Iris No 7, los miembros formarán una cadena de unión. Tomados de la mano forman un círculo, mientras que el Digno Jefe Templario, los Mariscales y el candidato estarán en el centro.
La instalación de los nuevos oficiales en la logia Verdad, Amor y Pureza requiere que éstos se ubiquen formando un semicírculo ocupando doce lugares. Recordamos que en el simbolismo masónico las formas esféricas representan al cielo, mientras las cuadradas a la tierra. Conocemos la importancia del número doce en la simbología, en especial en el arte astrológico. La cadena de unión es un símbolo utilizado por los Hijos de la Viuda. En la logia masónica hay una cuerda entrelazada con nudos, como cadena indisoluble, que representa la unión de sus integrantes alrededor del mundo. “Su entrelazamiento simboliza también el secreto que debe rodear nuestros misterios”.[57]
El secreto
Las logias de templanza se anunciaban en la prensa evangélica[58], por tanto no eran secretas, pero sí utilizaban el secreto. Expresa el ritual de la Logia Iris:
“Prometéis también, solemnemente y sin reserva, no revelar nada de los trabajos o asuntos privados de ésta Orden a ninguna persona que no tenga derecho de conocerlo. (…) ¿Lo prometéis así?
Respuesta: Lo prometo”
En la ceremonia de iniciación el candidato debe prestar juramento, que en lo esencial coincide con la promesa de silencio que exige al iniciado también la Logia Iris.
Palabras de pase y secreto
“El D.G.T. me dará la palabra de pase y verá si el guarda y el Sentinela de la Logia (…) tienen correctamente las señales y las palabras de Orden y de pase.
El D.V.T [59] registra a cada uno de los Guardas personalmente en sus puestos y requiere de ellos las señales voz: Golpes, Palabras, etc. (…) El Digno mariscal y Ayudante Mariscal me comunicarán la Palabra de pase del presente Trimestre (…).”
“Nosotros tenemos nuestros signos de reconocimiento, palabra de pase, señas, apreton de mano y señales, las cuales ahora voy a dáros. La palabra de pase se usa para entrar en una Logia de nuestra Orden cuando está funcionando, solamente puede trasmitirla el Presidente en ejercicio, al oido, y nunca un miembro á otro.”
La Logia Verdad, Amor y Pureza también contiene en su ritual palabras de pase: “(…) no admitiendo á nadie que no os dean la palabra de pase (…) recibiréis la palabra de pase al abrirse la sesión (…)”
El secreto abarcaba además de las palabras de pase, las señales y los signos de reconocimiento entre sus miembros, cualquier otro asunto que estuviera vinculado a la logia. Lo mismo acontece con la masonería en la que el conocimiento adquirido, los asuntos tratados, las formas de reconocerse, permanecen en el ámbito exclusivo de sus integrantes.
El capellán
Algunas logias de la masonería tienen un Capellán que se ocupa de los discursos y ceremonias vinculados al ámbito de lo religioso. Debe cuidar el volumen de la ley sagrada, conservarlo en buen estado, aprender las lecturas bíblicas que corresponden a cada grado y elevar las plegarias. Observamos que en la organización de la Logia Iris No. 7, uno de los integrantes es el Capellán. Y que en la logia Oriental, ocupa ese cargo, el pastor Jorge Howard de la Iglesia Metodista Episcopal.
Tanto en la Logia Iris como en algunas logias masónicas se elevan plegarias en general al ingresar un aspirante, pidiendo a la Divinidad que lo proteja. La Logia Iris suplica a Dios la “(…) bendición sobre este amigo (…) Dadle fuerza para cumplir (…) gracia para probarse fiel.” Y al concluir los trabajos se implora que la protección divina acompañe a los miembros a sus hogares y los guarde para siempre. En la masonería “Abrimos y cerramos nuestras sesiones con oración; invocamos la bendición del Altísimo sobre nuestros trabajos (…)”.[60] Tanto en las de templanza como en las masónicas está presente la música a través de algún himno.
La Oda de Apertura del ritual de la Logia Iris No 7 expresa:
¡Bienvenido! otra vez
Anhelosos de cantar
Triunfos sobre la embriaguez
Y éxito en el trabajar.
Afirmamos con fervor
Nuestro celo, fe y lealtad:
Fieles siempre y sin temor
Sostenemos la verdad.
Con canto y música, se ayuda al integrante de la templanza a formar su personalidad, al tiempo que recibe la fortaleza necesaria que lo prepara para actuar una vez traspasadas las puertas de la logia. Y otra letra del ritual exhorta:
Sigue adelante
En la alianza
Siempre constante
En la templanza
Nunca temor,
Nunca tibieza
Siempre valor
Siempre firmeza
Por lo dicho podemos definir a la Logia Iris No. 7 y a la Logia Juvenil Amor, Verdad y Pureza como logias para-masónicas.
En la historia de nuestra América, se han encontrado organizaciones con un ritual semejante al de la masonería, y han sido denominadas para- masónicas porque su objetivo era político, caso el de los Caballeros Orientales en 1823, en la Provincia Oriental, denominada entonces por los ocupantes Cisplatina. Estas logias de templanza o templarias pueden ser también catalogadas de esa manera. Si bien su ritual presenta semejanzas con la masonería, su objetivo es la abstención de las bebidas alcohólicas y de toda actividad relacionada con su producción y distribución.
Para nosotros entonces, las logias templarias Iris No. 7 y la logia juvenil Verdad, Amor y Pureza son logias para- masónicas. Sus fines no son los de la masonería que busca transformar al ser humano con los conocimientos que adquiere en la institución. Transformarlo “(…) en un Hombre mejor para sí y para la sociedad, una verdadera piedra pulida que perfectamente se encaja en el templo de la humanidad.” Si bien estas logias de templanza no pueden ser ubicadas dentro de la institución masónica, su ritual y estructura presentan aspectos similares a los de las asociaciones masónicas.
Conclusión
Concluimos que el siglo XIX fue una época de vinculación intensa entre el metodismo y la masonería en el Uruguay. La vinculación de los metodistas con la masonería es declarada en su propia prensa, medio este por el cual da a conocer el pensamiento y el accionar protestante. La institución esotérica facilitó casi desde el comienzo la inserción metodista en la sociedad. Brindó el local de la calle Piedras, perteneciente a la Sociedad Filantrópica, para comenzar allí las reuniones. Esto se logró a través de la intervención de un reconocido masón como Juan McColl quien llegó a los más altos grados de la masonería en Uruguay. Por su parte, el templo de la calle Treinta y Tres que adquiere la Iglesia Metodista Episcopal luce una ornamentación masónica que se mantuvo aún años después de su adquisición.
Las logias templarias o de templanza, a las que hemos catalogado de para- masónicas, nos acercaron al tema desde una óptica novedosa. Sin duda resta aún bastante por investigar. Tenemos la esperanza que desde la propia masonería uruguaya, surja el interés de dar a conocer, a través de sus publicaciones los secretos que guardan sus archivos sobre los protestantes vinculados a ella.
[1] El presente trabajo es una síntesis de la investigación realizada para recibir el título de Licenciada en Teología en el I.U. ISEDET, en diciembre de 2008.
[2] Dicha Sociedad se organizó en 1795 con la participación de Ministros y Hermanos Laicos de todas las denominaciones y con la finalidad de “llevarel Evangelio a lospueblos paganos y en tinieblas”.
[3] Creighton se retiró de la zona antes de colocar los 600 ejemplares y la distribución de los mismos continúo a través de otras personas.
[4] Arnoldo Canclini, La Biblia en la Argentina. Su distribución e influencia hasta 1853, Buenos Aires, Asociación Sociedad Bíblica Argentina, 2006, p. 29.
[5] Hiram es tomado del Hiram bíblico que ayudó a construir el templo de Salomón. De allí las insignias relacionadas con elementos utilizados en la construcción que la masonería ha adoptado.
[6] El Evangelista, tomo II, No. 51, 23 de agosto de 1897, p. 407.
[7] Ibidem p. 407.
[8] Estas logias tiene que ver con la abstinencia y templanza; no deben confundirse con las sociedades de Templarios.
[9] Aunque existe también la masonería femenina y la masonería mixta.
[10] J. Felipe Alonso, Diccionario Espasa de Ciencias Ocultas, Madrid, Espasa Calpe S.A., 1999, p. 660.
[11] Luc Benoist, El esoterismo Buenos Aires, Editorial Nova, 1965, p. 114.
[12] Rodolfo Puiggrós, “El feudalismo medieval”, en Rodolfo Puiggrós y Jean Gimpel Dos historias medievale.s Buenos Aires, Centro Editor de América Latina, 1969, p 82
[13] Luc Benoist, Op. Cit. p. 13.
[14] Lorenzo Frau Abrines, Diccionario Enciclopédico de la Masonería, tomo I, Barcelona, Librería Sintes, p. 467.
[15] Según Ankerberg y Weldon, la definición de Albert G. Mackey expresa: “(La masonería es) una sociedad religiosa y mística cuya meta es la perfección moral sobre la base de la igualdad y la fraternidad general”. John Ankerberg y John Weldon Los hechos acerca de la Logia Masónica. ¿Está la masonería en conflicto con la fe cristiana? Miami, Editorial Unilit, 1994, p. 8.
[16] Misticismo: Estado de la persona que se dedica mucho a Dios o a las cosas espirituales.
[17]“hermetismo. (De Hermes Trimegisto, nombre griego del dios egipcio Tot, al que la tradición griega acabó atribuyendo conocimientos esotéricos sobre magia, alquimia y astrología),” Diccionario de la Real Academia Española..
“alquimia. f. Conjunto de especulaciones y experiencias, generalmente de carácter esotérico, relativas a las transmutaciones de la materia, que influyó en el origen de la ciencia química. Tuvo como fines principales la búsqueda de la piedra filosofal y de la panacea universal.” Ibidem.
“cábala.f. Conjetura, suposición. 2. En la tradición judía, sistema de interpretación mística y alegórica del Antiguo Testamento.// 3. Conjunto de doctrinas teosóficas basadas en la Sagrada Escritura, que a través de un método esotérico de interpretación y transmitidas por vía de iniciación, pretendía revelar a los iniciados doctrinas ocultas acerca de Dios y del mundo. (…)”.
[18] Lorenzo Frau Abrines, Op. Cit. págs. 13, 54, 114, 243, 575, 1372.
[19] 2 Crónicas 2: 13-14.
[20] Luis Pedrosa, Qué es LA MASONERÍA, Barcelona, Editorial La Gaya Ciencia, Biblioteca de Divulgación Política, 1977, p. 11.
[21]“Y envió el rey Salomón, e hizo venir de Tiro a Hiram, hijo de una viuda de la tribu de Neptalí”, 1 Reyes 7:13-14.
[22] Nombre de las columnas del templo de Salomón, ver 1 Reyes 14:21.
[23] Jean Palou, La Francmasonería, Buenos Aires, Editorial Dédalo, 1975, p. 9.
[24]“microcosmo. El hombre, concebido como resumen completo del universo o macrocosmo.” Diccionario de la Real Academia Española.
[25] Jean Gimpel, “Los constructores de catedrales”, en Rodolfo Puiggrós y Jean Gimpel Dos historias medievales, p. 77.
[26] Especular es meditar con hondura, teorizar. Mirar con atención algo para reconocerlo y examinarlo. Diccionario de la Real Academia Española.
[27] Los tres grados básicos de la masonería son aprendiz, compañero y maestro.
[28] Nombres dados a la Divinidad por la masonería especulativa.
[29] En realidad es la antigua fiesta del solsticio de verano en el hemisferio norte que se conserva como fiesta de San Juan dentro del calendario cristiano.
[30] Juan Eduardo Cirlot, Diccionario de símbolos, Barcelona, Ediciones Siruela, 8ª edición, 2004, p. 336.
[31] Ibid., p. 335.
[32] Francisco Ariza, A simbologia da franco-maçonaria http://www.geocities.com/glolyam/ps1frar.htm?200815, 1ª y 2ª partes, p. 7.
[33] René Guénon, Símbolos fundamentales de la ciencia sagrada. Compilación póstuma establecida y presentada por Michel Valsan, Buenos Aires, EUDEBA, 1969, p. 224.
[34] Ver Francisco Ariza, A simbologia da franco-maçonaria y El Templo de Jerusalén en el simbolismo masónico http://www.geocities.com
[35] Tercera Iglesia Metodista Episcopal de Montevideo: Circuito La Aguada, Reglamento y Libro de Actas de la Conferencia Trimestral, 1891, p. 5.
[36] José Claudio Williman (h), “Santos, la consolidación del Estado”, Historia uruguaya No. 9 Montevideo, Ediciones de la Banda Oriental – Diario La República, s/d, p. 125.
[37] “Venerable es el Oficial que preside el Taller y dirige los trabajos”, Pedrosa, Op. Cit. p. 78.
[38] Mario Dotta Ostria, Caudillos, Doctores y Masones. Protagonistas en la Gran Comarca Rioplatense (1806-1865), Montevideo, Ediciones de la Plaza, 2006, p. 98.
[39] Estatutos del Gran Oriente de Uruguay, Montevideo, Imprenta del Telégrafo, 1869.
[40] Alcibíades Lappas, La Masonería argentina a través de sus hombres Buenos Aires, 1965, p. 376; lleva el nombre de William Masefield (1801-1890) quien fuera un importante miembro de la masonería de Worcestershire.
[41] El Estandarte Evangélico, Año del jubileo, p. 49.
[42] Lorenzo Latorre gobernó como dictador desde marzo de 1876 hasta marzo de 1879, cuando asume como Presidente de la República de acuerdo a las normas constitucionales. En marzo de 1880 abandona de improviso la política y se aleja del país.
[43] El Estandarte Evangélico. Año del jubileo, p. 51.
[44] Cecilia Guelfi de Bersiá, Dos vidas fecundas, Buenos Aires, La Aurora, 1940.
[45] Dato brindado por alguien que tuvo la posibilidad de indagar en los archivos de la masonería.
[46] Ver Libro de Actas de la Junta Fideicomisaria de la Iglesia Metodista Episcopal, 1879. Eran también miembros de la Junta, Thomas Wood, Francisco Carballido y D. Foladori.
[47] Emilio Corbière, La Masonería II. Tradición y Revolución Buenos Aires, Editorial Sudamericana, 2001, p. 100.
[48] Ignoramos el año en que la foto fue tomada. En ella aparece un aviso de la Asociación Cristiana de Jóvenes que se conformó en 1909. El Templo de la calle Treinta y Tres fue demolido en 1929.
[49] Juan Eduardo Cirlot, Op Cit, p. 452.
[50] La Idea, Año X, No 192, 12 de abril de 1929, p. 2.
[51] Si bien la definición de templanza abarcaba diferentes aspectos, lo relacionado con las bebidas espirituosas tuvo una connotación muy fuerte dentro del ámbito metodista y protestante en general.
[52] Documentación que permaneció inédita por más de cien años y prácticamente desconocida. Permite indagar diversos asuntos de estas dos logias de templanza: actas, temas tratados, lugar de reunión, gastos y formas de subvencionarlos.
[53] Actas de la Séptima Asamblea Anual de la Misión de la Iglesia Metodista Episcopal en Sud América, Montevideo, Uruguay, 4 al 11 de octubre de 1888, Buenos Aires, Imprenta, Litografía y Encuadernación, Mackern y Malean, 1888, p. 126.
[54] Octava Reunión Anual de la Misión de la Iglesia Metodista Episcopal en Sud América, Comisión de Templanza, Buenos Aires, 19 al 24 de setiembre de 1889, p. 53.
[55] Corresponde a la ortografía utilizada en el documento.
[56] Con la letra s en el original.
[57] Jean Palou, Op. Cit. p. 268.
[58] Por ejemplo en el semanario de la juventud evangélica en Uruguay denominado El Atalaya.
[59] ¿Digno Venerable Templario?
[60] Ankerberg y Weldon, Op. Cit. p. 25.