Teología e Historia, Volumen 8, Año 2023, pp. 84-95 ISSN 1667-3735
Introducción
La historia del protestantismo en la Argentina ha sido escrita por las vidas de cientos de hombres y mujeres, que ya sea en forma abierta o silenciosa, han contribuido a la construcción de nuestras identidades como iglesias nacionales.
Entre los pioneros presbiterianos, los pastores enviados desde la Iglesia de Escocia fueron ciertamente numerosos, pero es a veces que olvidamos a los misioneros presbiterianos que desde los Estados Unidos también ayudaron al avance de la causa protestante en nuestro país. Esta lista incluye generalmente a los pioneros Teófilo Parvin (1799-1835), John C. Brigham (1794-1862), Guillermo Torrey (1798-1858).
Pero también hubo otros nombres, como el del olvidado misionero Thomas L´Hombral (n. 1807) quien en su “misión a los franceses de Buenos Aires” contribuyó a la extensión de las ideas evangélicas en nuestro país. En este artículo nos referiremos a su vida y su particular misión en el Rio de la Plata.
Sus inicios
El Rev. Thomas L’Hombral nació el 27 de noviembre de 1807 en Montauban, una ciudad del suroeste de Francia. Según su propia declaración, fue “hombre de letras y ministro del culto protestante”.[1]
En su juventud asistió a la Faculté de Théologie de Montauban[2] en donde aprendió moral evangélica, doctrina reformada, historia de la iglesia, filosofía, hebreo, griego y latín.[3] Su primer trabajo académico fue “El monoteísmo debe considerarse como la forma primitiva de las ideas religiosas”[4], tesis escrita en francés en 1833 y publicada en Montauban.
El 12 de setiembre de 1833 fue ordenado en las Iglesias Reformadas de Francia.[5]
Para 1834 ya había sido llamado a un cargo pastoral en la Iglesia Reformada de Pont-de-Montvert, para pasar luego a la Iglesia Reformada en Florac, ambas ciudades ubicadas en el sur de Francia. [6]
Sabemos que para 1837 había dejado su Francia natal, viajando desde el puerto de El Havre hacia los Estados Unidos. Allí se radicó en Connecticut, Nueva Jersey, para ser luego recibido como miembro de una congregación del Presbiterio de Nueva York. [7]
Desde muy temprano reconocemos su celo misionero, ya que en 1837 solicitó Biblias en idioma francés y alemán a la Sociedad Bíblica Americana, para ser distribuidas en uno de sus viajes de evangelización por el sur de los Estados Unidos (Nueva Orleáns).[8]
En 1841 el Rev. L´Hombral tuvo el honor de ser nombrado primer profesor de Literatura y Lengua Francesa[9] en la reconocida Rutgers University de Nueva Jersey[10], en donde enseñó hasta finales de 1842. Al año siguiente, en 1843, recibió la invitación para enseñar en el St. John’s College, una prestigiosa institución del estado de Maryland.
Después de presentar sus credenciales como ministro ordenado en el extranjero ante la Asamblea General, a fines de 1854 fue recibido como ministro en el Presbiterio de Nueva York, luego de un período de prueba de un año completo.[11]
Su obra misionera
Coincidentemente, ese mismo año la Junta de Misiones Extranjeras de la Iglesia Presbiteriana en los Estados Unidos de América decidió comenzar a misionar en América Latina. Decía lo siguiente:[12]
“[… ] desde hace unos años la Junta ha procurado una oportunidad providencial a través de la cual podría comenzar a misionar en algún lugar de Sudamérica. Pero el carácter intolerante de algunos de los gobiernos de la región, la inestabilidad y estado de revolución de otros, así como la falta de un candidato con un carácter idóneo para el campo, nos ha impedido llevar esto a cabo. Pero desde hace unos meses, el Rev. Thomas L`Hombral, un miembro del Presbiterio de Nueva York, se ha ofrecido a la Junta para ser enviado al campo, lo que fue aceptado, por lo que será destinado a Buenos Aires, como el lugar más promisorio para iniciar su obra.”[13]
El comité lo consideró un hombre apto y calificado, pero también expresó que si bien esta primera medida era de alguna manera “un experimento”, ellos esperaban que resultaría en grandes e importantes resultados para la causa de Cristo en la región.
El “experimento” de Thomas L’Hombral comenzó el 10 de abril de 1854 cuando inició su viaje en barco desde Nueva York hasta Buenos Aires, en donde arribó el 4 de mayo de ese año. [14]
L`Hombral fue enviado para evangelizar “a la población católica romana de Sudamérica”[15]. En Buenos Aires, estaba previsto que su trabajo inicial sería realizado entre la población de habla francesa de la ciudad, de la que se estimaban unas diez mil personas, para luego extender su obra entre la población en general, mediante la predicación y la distribución de literatura evangélica.
En su primera carta enviada a la Junta el 14 de junio de 1854, daba los siguientes datos estadísticos sobre la diversidad étnica de la población de la ciudad:
“Aparte de los españoles que conforman la mayoría de la población, hay unos 12.000 franceses, 15.000 italianos, 10.000 alemanes, 4.000 o 5.000 británicos, y aproximadamente unos 1.000 estadounidenses.”[16]
L’Hombral encontró una pequeña comunidad de creyentes franceses en la ciudad, de unas treinta a cuarenta personas, quienes lo recibieron con amor y aceptaron ser pastoreados por él. Muchos de ellos eran de origen vasco[17]. No tenían un lugar de reunión, por lo que generosamente fueron invitados a reunirse en la capilla de la Primera Iglesia Metodista Episcopal[18] de la calle Cangallo (entre Reconquista y San Martín), un modesto salón cuadrangular con techo de chapa. Allí organizaron sus cultos dominicales en idioma francés.
En una carta enviada el 14 de agosto de ese año a la Junta, L`Hombral comentaba que el ministro Rev. Dr. James Smith de la Iglesia Presbiteriana Escocesa estaba muy entusiasmado con su llegada, así como lo estaba el misionero metodista, el Reverendo Dallas D. Lore.[19]
Resta está decir que en Buenos Aires tuvo un cálido recibimiento por las autoridades civiles y religiosas, y por la población en general que sentía gran interés por la causa de la religión evangélica. De inmediato comenzó a trabajar y fue formal y oficialmente reconocido por el gobierno como un ministro del evangelio y misionero de la Junta de Misiones Extranjeras de la Iglesia Presbiteriana en los Estados Unidos para servir a la comunidad de habla francesa, lo que lo puso en igualdad de condiciones frente a otros religiosos del país, siendo por lo tanto autorizado a ejercer con libertad su ministerio entre los franceses, por lo que indirectamente, ya podía ejercer su ministerio entre las gentes de habla española.[20]
Ya en el primer año, la asistencia era de entre 40 y 80 personas, entre franceses protestantes y católicos. Estas reuniones fueron importantes para dar a conocer la “forma de ser protestante” entre la población católica mayoritaria. Este grupo usó para su instrucción el pequeño librito “Service de l´Eglise Chretienne Reformée” que contenía los Diez Mandamientos, una Confesión de Pecados, el Padre Nuestro, y el Credo de los Apóstoles.[21]
Ese mismo año. L`Hombral tuvo la satisfacción de recibir como miembro comulgante a una joven mujer de origen francés que había sido criada en la Iglesia Católica, y quien de inmediato se transformó en un miembro clave de la comunidad presbiteriana. Cuenta el misionero Dallas Lore de la Iglesia Metodista que…
“El sacramento de la Santa Cena del pasado domingo por lo mañana fue objeto de una circunstancia inusual, que agregó gran interés al servicio. El Rev. Sr. L’Hombral, un protestante francés, enviado por la Junta de Misiones Presbiteriana, había, de acuerdo con la costumbre de la Iglesia de Francia, preparado para la Cena del Señor a una joven mujer. Es así que nos solicitó el privilegio de admitirla a esa ordenanza junto con nosotros. Esto por supuesto fue aceptado. Ella se arrodilló junto a nosotros frente a la mesa del Señor, y recibió por primera vez los emblemas del amor de su Salvador de manos de un pastor francés, en su propio idioma [… ] el primer fruto de la misión protestante a los franceses de Buenos Aires.”[22]
Esta joven mujer de trasfondo más bien humilde, dedicó su vida al servicio de los pobres y los enfermos. L´Hombral recordaba que en cierta ocasión fue a visitar a una anciana muy pobre que había enfermado, y que vivía lejos de la ciudad. ¡Cuán grande fue su sorpresa al ver que la joven había llegado antes que él, y que ya estaba acompañado y consolando a la pobre anciana!
El 25 de noviembre de 1854 celebró un nuevo matrimonio en la capilla. La novia era católica, por lo que particularidad de un matrimonio mixto atrajo a un gran número de visitantes católicos, ya sea franceses y nativos. Algunos de ellos regresaron para el culto del domingo siguiente. También comentó el caso de la conversión de un joven que tras la muerte de su hermana creyente, y enfrentado con la realidad de la muerte, entregó su corazón a Jesucristo.[23]
Para diciembre de 1854 esta pequeña comunidad se organizó formalmente como iglesia, eligiendo un consistorio de cuatro ancianos, de quienes L’Hombral da el siguiente informe:
“Uno de ellos es un herrero, muy respetado en la ciudad; otro es un relojero, que parece ser un hombre muy piadoso; el tercero tiene gran influencia entre los gauchos de los alrededores de Buenos Aires; el cuarto es un hombre muy amigable y diplomático, y amigo del cónsul de los Estados Unidos. Estos cuatro caballeros y el pastor conforman el consistorio de la iglesia.”[24]
En su primera reunión como consistorio, que tuvo lugar a la semana siguiente, se resolvió comenzar a tomar ofrenda para afrontar los diferentes gastos de las reuniones. Asimismo se consideró el costo de conseguir un edificio propio en el futuro. Este último punto era en extremo importante para la misión, pues abriría las puertas para iniciar los cultos en castellano (ya que en el templo metodista solo podían tener sus cultos en idioma francés).
Durante el verano de 1855 el pastor L´Hombral estuvo enfermo con una fuerte inflamación intestinal, por lo que no pudo realizar las visitaciones regulares a las familias de su pequeña comunidad.
Recuperado de su dolencia, en marzo de 1855 ofició el matrimonio de una joven reformada francesa y su novio católico, este último habiendo expresado su deseo de convertirse al protestantismo. También realizó el bautismo de un niño, hijo de uno de los miembros. La madre, católica, que conocía poco el francés, comenzó a asistir a los cultos con cierta regularidad. El pastor la visitó regularmente, lo que fue motivo propicio para practicar su castellano. [25]
Fue en esta época que la obra protestante francesa se vio atacada desde la Iglesia Católica local por un importante clérigo francés recientemente arribado a la ciudad, que había iniciado cultos en francés, así como abierto una escuela para niños y niñas de los residentes franceses. Este clérigo contaba con todo el apoyo de su obispo diocesano, los jesuitas y varias familias influyentes de Buenos Aires[26]. Con referencia a la presencia de los protestantes, un periódico católico se preguntaba: “Sus corazones se consternan sobremanera; y arrancando de los íntimo de sus almas un profundo suspiro, no pueden por menos que preguntarse a sí mismos: ¿Durará por mucho tiempo la religión en nuestra patria? ¿Será permanente la paz entre nosotros?”[27]
Resulta aquí interesante mencionar que L´Hombral sostuvo una hermosa amistad con el Rev. Dr. James Smith de la Iglesia Presbiteriana Escocesa. Fue el Dr. Smith quien le convenció de que sin una escuela y un templo propio, no se podría avanzar mucho. Le alentó a buscar el apoyo financiero de otras iglesias protestantes de la ciudad. L`Hombral prefirió buscar el apoyo de su propia denominación en los Estados Unidos.[28] L´Hombral inmediatamente comenzó a preparar su proyecto para el futuro templo, y especialmente para la escuela, ya que la consideraba un eslabón sine qua non para el éxito de la misión. Para el primer año consideraba que el costo para la Junta sería de unos 35-45 dólares mensuales, para pasar luego a ser autosostenida, ya que sería todo financiado por las cuotas de los padres de los alumnos.
L´Hombral comentaba lo siguiente:
“El Doctor Smith, de la Iglesia Presbiteriana Escocesa, muestra un gran interés por nuestro éxito. El piensa que de recibir una suma de la Junta para la construcción de una Capilla Protestante Francesa, las comunidades protestantes locales podrían ser inducidas a contribuir con nosotros generosamente. Es cierto que los tiempos son malos. El comercio está parado. Todo está extremadamente caro; así que tales personas, que un par de años atrás hubieran contribuido cincuenta y hasta cien dólares para este proyecto, hoy solo podrían aportar solo diez dólares. Pero advirtamos que nuestro objetivo es una buena causa, la extensión del Reino de Dios a través de estas regiones que viven en tinieblas, y donde Dios es quien nos ha regalado su gracia, todo lo que tenemos y disfrutamos. “[29]
L´Hombral comenta que en su trato pastoral con la gente local, había advertido que salvo las clases acomodadas, muy poca gente sabía leer y escribir. Criticaba a los ricos pues no tomaban con seriedad la oferta del evangelio que él les compartía. Decía que los argentinos solo quieren “comer, beber y divertirse”.[30]
En marzo de 1856 la Iglesia Católica volvió a atacar a las iglesias protestantes, especialmente en lo concerniente a la proliferación de matrimonios mixtos (entre católicos y protestantes). En una de sus comunicaciones a la Junta, L´Hombral expresaba que ponía todas sus esperanzas en un futuro debate que se llevaría dentro del Congreso General de la Confederación Argentina, en la cual el Dr. Domingo F. Sarmiento ciertamente sería el vocero de los protestantes y de todos quienes buscaban la eliminación de aquellas medidas gubernamentales de abierta intolerancia religiosa.[31]
Según Arnoldo Canclini, planeó reiteradamente un trabajo en castellano, pero tuvo muchas otras dificultades, especialmente por el estado de tensión que existía entre la provincia de Buenos Aires y el resto del país, lo que ciertamente afectaba a la ciudad y sus habitantes.[32]
L´Hombral colaboró con muchas de las iglesias protestantes de la ciudad, especialmente con la Iglesia Presbiteriana Escocesa, la Iglesia Metodista Episcopal, y la Iglesia Anglicana, en donde se registran que realizó dos funerales en diciembre de 1856, a pedido del rector de la Iglesia Anglicana de San Juan Bautista (hoy Catedral Anglicana de San Juan Bautista).[33]
A pesar de la oposición católica y los problemas de financiamiento, la escuela parroquial fue finalmente inaugurada. A ella asistieron básicamente los niños y niñas de la pequeña comunidad de creyentes franceses, que asistían a dos horas de clase diaria, ya sea por la mañana o por la tarde, siendo el Rev. L´Hombral su único maestro.
El tiempo del pastor L´Hombral se dividía entonces entre sus responsabilidades del culto, la visitación a los hogares, la supervisión de la escuela, y algunas ocasionales visitas al campo para llevar a cabo reuniones cristianas.
A pesar de los problemas, la pequeña iglesia crecía en vida espiritual, y para ese año se habían incorporado once nuevos comulgantes.
En una carta de octubre de 1856 L`Hombral se veía esperanzado por la conversión de dos personas más, una de ellas internada en un hospital, que hacía mucho alejada de Dios. También contaba que había visitado un pueblo rural[34] a unos 120km de Buenos Aires, en donde llegó a celebrar dos cultos a una pequeña congregación de residentes europeos.[35]
En un informe de marzo de 1857 L´Hombral menciona que proseguía su obra en Buenos Aires “en silencio” pero tenazmente, celebrando el hecho de que ocasionalmente lograba ver pequeñas muestras de esperanza para la obra evangélica en la ciudad.[36]
En un informe de mayo de 1857, el pastor L’Hombral comenta lo siguiente:
“Nuestro trabajo sigue avanzando. Diariamente visito nuestra congregación, leyendoles la santa Palabra, y orando con ellos y para ellos, y para la paz y la prosperidad de nuestra querida iglesia. Desde mi último informe he visitado cuarenta y siete familias, y me siento muy animado. Alrededor de la tercera parte de estas personas son nativas, los otros dos tercios son vascos o franceses, cuya lengua que hablé cuando era joven, y que se encuentran complacios por mi predicación de la Palabra de Vida. Nuestra causa está avanzando, y no tengo ninguna duda de que con la bendición de Dios, y a pesar de los diversos obstáculos que se nos han presentado en el camino, tendremos éxito a largo plazo como para forma una iglesia estable aquí, para así difundir las riquezas inestimables de Cristo en medio de esta degradada, pero a la vez, interesante raza española.”[37]
Según un informe anual[38] de la Junta de Misiones en 1857 la misión seguía estando bajo el cuidado de L`Hombral, como único misionero en Buenos Aires, por lo que con el fin de dar nuevo impulso a la obra, proponía a la Asamblea General la designación de un misionero adicional para colaborar con él, ni bien se encontrara la persona adecuada. El informe comentaba que se había conseguido una casa en la ciudad para el culto dominical, que también estaba siendo usada por la escuela de la misión. Desde su apertura, el nuevo edificio había atraído a nuevos asistentes.
Sin embargo, pasados los meses, las cosas parecían no andar del todo bien: el proyecto de autofinanciamiento de la escuela había fracasado, por lo que se tuvo que reducir el número de alumnos. Este fue un duro golpe moral para la misión. Además, en junio de 1857 L´Hombral expresaba su profundo pesar por el fallecimiento de uno de los hombres más activos y devotos de su congregación.[39] Perdía así a uno de sus principales colaboradores.
La misión parecía estar en problemas.
Así las cosas, en el año 1858, L´Hombral se retiró repentinamente de la misión para aceptar un cargo como profesor universitario.
Esta decisión, tomó por sorpresa a la Junta de Misiones. En los Estados Unidos, eran tiempos de gran agitación política por la inminencia de una guerra civil, por lo que las preocupaciones de los presbiterianos americanos estaban centradas casi exclusivamente en lo que allí sucedía. Además les resultaba muy difícil cubrir el cargo dejado vacante, por la falta de candidatos idóneos y capaces para la obra. Todo esto influyó para que finalmente la Junta de Misiones decidiera cerrar la obra en Buenos Aires definitivamente.[40]
A partir de allí no sabemos mucho del esforzado pastor L´Hombral. Podemos inferir que regresó a su Francia natal, ya que en julio de 1874 entendemos que fue publicada su defensa de tesis de bachillerato ante la Faculté de Théologie Protestante de Paris. Con el nombre de “El verdadero espíritu del protestantismo”[41] la misma fue publicada ese mismo año, por la Imprenta de J. Vidallet, en su ciudad natal de Montauban, Francia.
Resumen
La historia del protestantismo en la Argentina ha sido escrita por las vidas de cientos de hombres y mujeres, que ya sea en forma abierta o silenciosa, han contribuido a la construcción de nuestras identidades como iglesias nacionales.
Entre los pioneros presbiterianos, los pastores enviados desde la Iglesia de Escocia fueron ciertamente numerosos, pero es a veces que olvidamos a los misioneros presbiterianos que desde los Estados Unidos también ayudaron al avance de la causa protestante en nuestro país.
Entre ellos, hemos redescubierto al misionero Thomas L´Hombral (n. 1807) quien en su “misión a los franceses de Buenos Aires” contribuyó a la extensión de las ideas evangélicas en nuestro país. En este artículo nos referiremos a su vida y su particular misión en el Rio de la Plata.
[1] Registros consulares de la Embajada de Francia en la Argentina, incorporados bajo matrícula 2051 del 20 de junio de 1854.
[2] Hoy incorporada a la Faculté de Théologie Protestante de Montpellier, Francia.
[3] Almanach Royal et National pour l’an MDCCCXXXIV. Paris, A. Guyot et Scribe, 1834, p. 286
[4] “Le Monothéisme doit être considéré comme ayant été la forme primitive des idées religieuses”
[5] Son una denominación reformada de origen suizo, por lo que utilizan la Confesión Helvética como su texto doctrinal.
[6] Liste des pasteurs des églises reformées en France au 15 septembre 1834. Archives du Christianisme aud Dix-neuvieme siecle. J.J.Riesler, Paris, 1835.
[7] “List of Ministers belonging to the Presbytery of New York from its reorganization in 1809 to the reunion in 1870, with the date of their ordination”, en Samuel Davies Alexander (ed.). The presbytery of New York, 1738 to 1888. New York: A. D. F. Randolph and Co., 1888, p. 160.
[8] 1837 Annual Report of the American Bible Society.
[9] Según Mar Vilar García, en su libro “El Español: segunda lengua en los Estados Unidos”, L`Hombral fue el primer profesor de una lengua moderna en esa importante institución.
[10] Catalogue of the officers and alumni of Rutgers College (originally Queen’s College) in New Brunswick, N.J., 1766-1916
[11] Minutes of the General Assembly of the Presbyterian Church in the United States of America, Philadelphia, Board of Publications, 1854, p. 17
[12] Historical sketches of the missions under the care of the Board of Foreign Missions of the Presbyterian Church, Woman’s Foreign Missionary Society of the Presbyterian Church, Philadelphia, 1891.
[13] Twenty second annual Report of the Board of Missions of the Presbyterian Church in the United Status, p. 64
[14] The Foreign Missionary, año 1854, página 124.
[15] Sus informes a la Junta figuran siempre bajo el título de “Mission Among Romanists”.
[16] Estos datos no parecen ser muy correctas, comparándolos con otros registros de la época.
[17] Arnoldo Canclini. 400 años de protestantismo argentino. FADEAC-FIET, Buenos Aires, 2004, p. 171
[18] “La iglesia está localizada en la mejor parte de la ciudad; a solo dos cuadras de la playa, dos de la catedral, dos de la “Plaza Independencia”, la plaza más amplia de la ciudad, y a media cuadra de la residencia del gobernador.” En Methodist Churh Missionary Report of 1855, p. 36
[19] The Foreign Missionary: containing accounts of the foreign missions of the Presbyterian Church and selected articles from the Missionary Publications of other Protestant Churches, Vol. XIII, New York, 1854-56.
[20] Informe de Febrero de 1855. The Home and Foreign Record of the Presbyterian church in the United States of America. Vol. 6, Board of Publications, Philadelphia, 1855, p. 75
[21] Informe de Diciembre de 1854. The Home and Foreign Record of the Presbyterian church in the United States of America. Vol. 5, Board of Publications, Philadelphia, 1854, p. 375
[22] Methodist Church Missionary Report of 1855, p. 36
[23] Informe de Abril de 1855. The Home and Foreign Record of the Presbyterian church in the United States of America. Vol. 6, Board of Publications, Philadelphia, 1855, p. 118
[24] Annual report of the boards to the General Assembly, Philadelphia, Presbyterian Church in the USA, 1855, pp. 81-82
[25] Informe de Julio de 1855. The Home and Foreign Record of the Presbyterian church in the United States of America. Vol. 6, Board of Publications, Philadelphia, 1855, p. 215
[26] Lo apoyaban el Obispo de Buenos Aires, el Dr. García, Provisor y Vicario Capitular, el Dr. Agüero, rector del Colegio Eclesiástico, y el Dr. Palacios, secretario general de la Curia Romana (carta de 1854).
[27] Informe de Julio de 1855. The Home and Foreign Record of the Presbyterian church in the United States of America. Vol. 6, Board of Publications, Philadelphia, 1855, p. 215
[28] Idem, p. 215
[29] Informe de Enero de 1856. The Home and Foreign Record of the Presbyterian church in the United States of America. Vol. 8, Board of Publications, New York, 1856, p. 21
[30] Informe de Enero de 1856. The Home and Foreign Record of the Presbyterian church in the United States of America. Vol. 8, Board of Publications, New York, 1856, p. 21
[31] Informe de Junio de 1856. The Home and Foreign Record of the Presbyterian church in the United States of America. Vol. 8, Board of Publications, New York, 1856, p. 173
[32] Arnoldo Canclini. 400 años de protestantismo argentino. FADEAC-FIET, Buenos Aires, 2004, p. 171
[33] El 21/12/1856 realizó el funeral de Mathew Balleni, un anciano de San Vicente, y el 22/12/1856 realizó el funeral de un bebé, James Petigrew, los dos en el Victoria Cemetery. (St John’s Cathedral archives, items 35-25-03 and 30-25-05 en http://www.argbrit.org/StJBurials/Victoria1856-1857.htm)
[34] Posiblemente se refería a San Antonio de Areco o tal vez San Andrés de Giles, en donde residían muchos vascos franceses.
[35] Informe de Febrero de 1857. The Home and Foreign Record of the Presbyterian church in the United States of America. Vol. 8, Board of Publications, New York, 1857, p. 46
[36] Informe de Mayo de 1857. The Home and Foreign Record of the Presbyterian church in the United States of America. Vol. 8, Board of Publications, New York, 1857, p. 141
[37] Annual Report of the Board of Education of the Presbyterian Church of the United States of America. Philadelphia: Board of Education of the General Assembly, 1857. p. 86
[38] Twenty-first Annual Report of the Board of Foreign Missions of the Presbyterian Church in the United States of America, presented to the General Assembly in May, 1858. New York, Board of Foreign Missions, 1858, p. 99
[39] Informe de Junio de 1857. The Home and Foreign Record of the Presbyterian church in the United States of America. Vol. 8, Board of Publications, New York, 1857, p. 205
[40] Robert Speer, Presbyterian foreign missions: an account of the foreign missions of the Presbyterian Church in the U.S.A. Philadelphia: Presbyterian Board of Publications, 1901, pp. 269-270
[41] “Le véritable esprit du protestantisme”