Teología e Historia, Volumen 6, Año 2010, pp. __-__ ISSN 1667-3735
Introducción
La iglesia cristiana ha sido tan influenciada por el pensamiento occidental que a veces nos olvidamos que sus raíces son orientales y también las claves para su interpretación.
Lo mismo ha sucedido con la interpretación del pensamiento wesleyano, al cual hemos intentado interpretar desde la clave del protestantismo occidental. Así lo hace Bernard Ramm, un presbiteriano ortodoxo, en su libro The Evangelical Heritage, cuya interpretación del protestantismo sigue, desde Pablo una línea netamente occidental sin ningún contacto con la tradición oriental.
Es más, casi todos los manuales de historia de la iglesia siguen esa línea.
Esa es una visión eurocéntrica y por lo tanto parcial de la historiografía cristiana.
La “Gran” teología sistemática protestante siempre ha sido hecha por teólogos en su mayoría presbiterianos dentro de esta línea occidental de interpretación. En esta tradición Wesley no entraba en la categoría de teólogo, fue un evangelista o un pastor, pero no un teólogo.
Por el contrario, para Albert Outler, uno de los teólogos wesleyanos más reconocidos del siglo XX, Wesley fue el principal teólogo que tuvo la iglesia Anglicana. Por cierto su teología no es sistemática, y además es ecléctica (ha tomado de todas las tradiciones) eso convierte al wesleyanismo en un pensamiento difícil, porque a veces aparece como contradictorio.
Sin embargo hay algunas características que lo hacen único.
I. Pensamiento influenciado por los padres griegos
Es imposible interpretar a Wesley solamente a través de la línea occidental ya que la influencia de los padres orientales es superlativa, especialmente Macario de Egipto, Efraín de Siria, los Capadocios (Basilio de Cesarea, Gregorio Nacianceno y Gregorio de Niza) y Juan Crisóstomo.
La influencia de estos padres puede verse especialmente en la idea central de Wesley de un misticismo práctico basado en el amor, lo cual lo lleva a la idea de santificación, no como un estado instantáneo y total en la vida del cristiano, sino en un camino progresivo de puesta en práctica del amor. En este sentido, al igual que algunos padres, Wesley afirmaba que la verificación de la fe, son las obras de amor. Decía: “La Fe es la puerta de la casa, pero la casa entera es el amor, donde se debe vivir la fe”. La misma comparación la realiza en otra oportunidad entre conversión y Santidad, la primera es sólo la entrada a la vida cristiana.
Con Agustín, por otro lado, si bien existen algunos puntos de contacto, especialmente en la concepción de una Gracia previniente que ayuda y prepara al ser humano a recibir el amor de Dios, existen otros puntos que lo distancian.
En muchos pasajes Wesley acepta la idea del pecado original, (la síntesis teológica elaborada por Agustín con mayor impacto en el pensamiento occidental), sin embargo Wesley tiene, al igual que Efraín de Siria, una gran admiración por Pelagio, enemigo mortal de Agustín y considerado hereje por el pensamiento cristiano de occidente, pero no así por el de oriente. Pelagio afirmaba que el pecado original no existía, sino que existían pecados puntuales provocados por la voluntad humana. De manera que si el ser humano tenía la “habilidad moral” para cometer pecados, podría también tener esa habilidad para no cometerlos. Basándose en el libre albedrío, Pelagio afirma que en una vida de perfección cristiana puede llegar a no cometerse pecado. Wesley llega a referirse a Pelagio como “un hombre sabio y santo”.
II. Su relación con el pensamiento Católico y Protestante
Por mucho tiempo hemos interpretado a Wesley como un sucesor de Lutero en la línea de la Reforma protestante. Por carencia de bibliografía, por la puja anticatólica que unió a los “evangélicos” en campos comunes en Latinoamérica o por interpretaciones sesgadas, o por todo a la vez, el pensamiento wesleyano era casi una versión inglesa pietista de la reforma continental. Nada más lejos de la realidad.
Aunque esta idea ha sido y es resistida por muchos, Wesley, en lo que respecta a la soteriología se encuentra más cerca del pensamiento católico que del Luterano, o protestante tradicional. También, como en otros aspectos de su pensamiento debemos tener en cuenta en qué momento de su vida afirma ciertas cosas. Por ejemplo:
El famoso factor Aldersgate, fue tal vez el momento en que su pensamiento estuvo más influenciado por el pensamiento protestante luterano-pietista-moravo, (su “corazón ardiente” apareció mientras leía la introducción a la Epístola a los Romanos de Lutero). Fue una etapa en la cual su pensamiento estuvo muy cerca del protestantismo. Sin embargo, más tarde, después de haber leído otro comentario de Lutero sobre la carta a los Gálatas, Wesley fue contundente contra Lutero en tres puntos:
- Lutero es blasfemo en su entendimiento tan peyorativo hacia la ley. La ley no salva, pero ayuda a vivir una vida de santidad. Énfasis en el Sermón del Monte.
- La razón humana, después de ser regenerada por la conversión es una herramienta útil del ser humano para interpretar la fe. En cambio, Lutero la considera una “puta” totalmente corrompida por el pecado.
- “El misticismo de Lutero es insoportable” Al negar las obras, termina quitando las consecuencias éticas de la fe.
A diferencia de Lutero, cuyo énfasis en la Justificación está elaborado en términos jurídicos: “Dios declara justo al ser humano por la mediación de Cristo”.(Lo que se conoce como salvación forense.) Wesley, junto a los padres griegos habla de la salvación en términos de regeneración, de rehabilitación, de recuperar la imagen de Dios en el ser humano, es una salvación que sana al ser humano para que este pueda vivir regenerado. Es lo que se conoce como salvación terapéutica. En este sentido, para Wesley la justificación no es una declaración formal, sino un hecho instrumental. Por eso más que de Justificación, Wesley habla de Regeneración para la Santificación. Esto es, recuperar las necesarias consecuencias éticas de la conversión. Mientras la visión forense hace énfasis en la culpa del pecado, la visión terapéutica, en cambio, hace énfasis en el poder del pecado y en el poder de Cristo para liberar venciendo al pecado y así regenerar la imagen de Dios en el ser humano para vivir en santidad. Esta visión esta casi en línea directa con la emanada del Concilio Trento…paradójicamente la que condenó a Lutero!
El punto en cuestión que está presente en todo esta discusión es la oposición entre antinomianismo y synergismo , mientras que el pensamiento protestante tradicional suele definirse como antinominiano, es decir rechaza toda idea de ley-obras para recibir la salvación, la visión sinergista acepta la posibilidad de que el ser humano puede estar habilitado para poner de su parte y perfeccionar su vida de salvación. “No somos salvos por las obras, pero la salvación debe necesariamente tener como consecuencia obras de amor, si no, no hay fe” Es la más clara línea santiaguina.
Pietismo
Si bien Wesley puede ser definido como pietista, no deber serlo en la línea de los moravos, del Conde Zinzerdorf de la comunidad de Hernhutt de los cuales ciertamente recibió gran influencia, pero con la que luego rompió por considerar el de ellos, un pietismo quietista, sin obras y sin expiación.
Antes bien, su pietismo quedó más cerca del pietismo radical de Gottfried Arnold y la Escuela de Halle. Una de las influencias prácticas más características en la obra de Wesley ha sido la organización eclesial en grupos pequeños, tal como las sociedades religiosas que Antony Horneck había comenzado a formar en Londres un siglo antes que Wesley.
Puritanismo
El puritanismo fue una corriente calvinista ortodoxa dentro de la iglesia Anglicana que tuvo su mayor desarrollo político durante la así llamada Gloriosa Revolución de Cromwell en 1660. Luego quedó reducida a una línea crítica en lo teológico y eclesiológico, al margen de la iglesia anglicana. Mientras que Sammuel, el padre de Wesley era pastor Anglicano pro monárquico, la madre, Susana, venía de una larga línea de puritanos no conformistas. Wesley se encuentra cercano en algunos aspectos a la línea puritana, especialmente en cuanto a la necesidad de una vida cristiana “vivida” y no solo “creída”, uno de los énfasis más marcados de los puritanos. “Finalmente serás juzgado por lo que hiciste y no por lo que creíste”, solía afirmar Wesley.
Sin embargo, rechazó de plano el determinismo puritano (una vez salvo, salvo para siempre) que fue la base para la elaboración de la doctrina calvinista de la predestinación, a la cual, desde su abiertamente declarado arminianismo, Wesley se enfrentó. La predestinación niega la posibilidad de decisión del ser humano, por el contrario Wesley piensa que el ser humano puede participar en la decisión de seguir siendo salvo o no. No olvidar que para Wesley la salvación no es una declaración jurídica con valor eterno, sino una regeneración que, de acuerdo a las opciones de vida que uno realice la puede perder, mantener o perfeccionar.
Para ayudar a graficar la ubicación del metodismo en el concierto de tradiciones eclesiales según sus énfasis teológicos, podemos usar un diagrama realizado por Donald F. Durnbaugh, en The Believer’s Church: The history and Character of Radical Protestantism[1][n1]
En términos generales esta tipología está basada en la tipología tradicional creada por Ernst Troelscht en su libro Social Teaching of the Christian Churches, que estudia la enseñanza social de las distintas tradiciones cristianas. Para interpretar los diferentes modelos de organización social entre los cristianos presenta la conocida tipología de “iglesia”, “secta” y “grupos místicos”. También, como fondo del diagrama de Durnbaugh puede verse otra tipología construida por Richard Niebuhr en su libro Cristo y la Cultura (en biblioteca de ISEDET) quien en base a una combinación entre conceptos de Karl Barth y Ernst Troelscht establece una tipología de cinco posiciones respecto a la vinculación entre cristo y la cultura que establecen las distintas tradiciones cristianas: Cristo contra la Cultura, Christ of Culture. For the cultural Christian, history is the story of the Spirit’s encounter with nature. Cristo de la Cultura, Christ above Culture. For the synthesist, history is a period of preparation under law, reason, gospel, and church for an ultimate communion of the soul with God. Cristo por encima de la Cultura, Christ and Culture in Paradox. For the dualist, history is the time of struggle between faith and unbelief, a period between the giving of the promise of life and its fulfillment. Cristo y la cultura en paradoja, Christ Transforming Culture. For the conversionist, history is the story of God’s mighty deeds and humanity’s response to them. Cristo Transformación de la Cultura.
En el trasfondo del diagrama de Durnbaugh se encuentra también esta tipología. El autor agrega una estructura trinitaria de análisis, relacionando los vértices del triángulo: al Padre con la Tradición y los sacramental , al Hijo con la Palabra y la predicación y al Espíritu Santo con la revelación y las experiencias individuales. De esta manera las distintas tradiciones cristianas son ubicadas en distintos sectores del triángulo según sus énfasis teológicos.
Lo interesante de este análisis es que el metodismo es colocado justo en el centro del triángulo, en un equilibrio entre todos los énfasis. Esto quiere decir que desde cualquiera de los vértices se puede argumentar que se posee características wesleyanas. Se puede decir que “se esta cerca del wesleyanismo”
Esto es lo que podemos llamar equilibro inestable del metodismo. (No miremos el concepto de inestabilidad desde el punto de vista institucional-organizativo, sino desde el punto de vista teológico) Lo inestable del metodismo se refiere a que no posee un cuerpo doctrinal como podría ser las Instituciones para el Calvinismo. La inestabilidad del metodismo está dada en que está formado teológicamente por una confluencia de tradiciones y énfasis que sólo el genio de Wesley pudo sostener en equilibrio, pero que a su muerte pronto comenzaron a desprenderse. Podríamos referirnos a esta característica del metodismo como un esquema Humpty Dumpty de teología (en referencia al huevo viviente, personaje de una canción infantil inglesa [y retomado por Lewis Carroll en Alicia a través del espejo] que al caer de un muro fue muy difícil reconstruir y poner juntos todos sus fragmentos).
En este aspecto ecléctico de la teología wesleyana radica su dificultad de interpretación pero también su gran poder desafiante. Este mosaico de tradiciones y énfasis en el pensamiento wesleyano que reclama siempre un equilibrio, diríamos dialéctico, es un gran desafío para la creatividad en la teología latinoamericana.
Ley y Evangelio en Wesley
En base al artículo Law and Gospel in te Wesleyan Tradition (D, Dayton, en From The Margins podemos decir lo siguiente.
Hay metodistas que jamás imaginarían que Wesley tiene un concepto sobre la ley que nada tiene que ver al que posee el protestantismo continental, especialmente el luteranismo.
La ley en la reforma, especialmente luterana tiene un doble aspecto, en coincidencia con la doctrina de los dos reinos esbozada por Lutero.
- En el reino temporal la ley debe ser la que controle el pecado en la sociedad
- No hay lugar para la ley en la vida cristiana (el reino espiritual)
En la tradición reformada, el ligar de la ley es una tanto más ambiguo, es la que muestra el camino por donde debemos transitar, nos ayuda a caminar.
En los anabaptistas radicales , mucho más cercanos en este aspecto al wesleyanismo, la ley y la disciplina llegan a ser una de las marcas de la iglesia, tal vez más importante aún que la predicación y los sacramentos, las dos marcas fundamentales de la reforma.
En el pietismo encontramos la ley casi como una virtud piadosa, tal como reza el salmo “ En tu ley medito de día y de noche”..
En Wesley encontramos un concepto que lo distancia de los reformadores. Lo que para Lutero es entendido como el principal enemigo, para Wesley es divino.
Donde las otras tradiciones hablan de “libertad de la ley”, Wesley siempre habla de “La Ley establecida a través de la Fe”, título que le dio a dos de sus sermones claves.
El otro sermón central para entender su concepto de la ley es el “El origen, naturaleza, propiedades y uso de la Ley”
16 de los 44 sermones básicos de Wesley -tenidos como fuente principal de su pensamiento- son sobre la ley. Y en sus múltiples estudios y sermones sobre el “Sermón del Monte” Wesley deja claro su entendimiento de que el Sermón del Monte es la nueva ley, los mandamientos traídos por Jesús para que los cristianos los sigan.
En estos sermones Wesley hace una clara diferencia entre ley ceremonial del AT y ley moral es de esta última a la que se refiere y hasta a veces casi la eleva a la categoría de “logos” o de un principio ontológico fundamental del universo. Esto se ve especialmente cuando analiza Romanos 7, 12 “la ley del Señor es santa”. Es una ley gravada en los corazones por el dedo de Dios. Algunas veces su referencia a la ley se parece en el lenguaje usado en el AT para referirse a la Sabiduría (“Sophia”) y también a la “sabiduría de arriba” del libro de Santiago. Wesley habla de la ley como de una emanación de la esencia de Dios mismo. Tal lenguaje llevó a algunos, como Kenneth Collins, a hablar de la concepción platónica de la ley moral en Wesley.
En este contexto podemos entender por qué Wesley llamó blasfemo a Lutero en su tratamiento de la ley. Para Wesley Ley es el Evangelio en un sentido profundo y ley y evangelio van juntos de una manera que nos recuerda el concepto de “Torá” en el judaísmo: la ley es gracia y a través de ella descubrimos las buenas noticias de una forma de vida como debe ser vivida según el Evangelio de Cristo.
Por eso para Wesley el propósito de la ley es producir amor. La ley (mandamientos) ayuda a comprender cómo vivir el amor.
En este sentido lo que el ser humano perdió en la caída ha sido su capacidad de amar. Por eso es que Wesley no habla tanto de culpa y perdón, sino de imagen destruida y de regeneración.
Por eso para comprender la Perfección cristiana en términos wesleyanos debemos usar la clave del amor perfecto. Así como para Lutero la virtud teológica más importante es la Fe, para Wesley la virtud teológica más importante es el amor. La primera enfatiza una dirección vertical, la segunda una dirección horizontal.
El profundo impacto social del pensamiento wesleyano depende de esta posición y de la ética que genera una vida cristiana organizada en base a la ley del amor.
Por eso también, si bien Wesley no duda de que somos justificados por la Gracia de Dios a través de la Fe, la función de esa gracia-ley es también producir obras de amor para mantenernos justos. Porque para Wesley la frase calvinista “una vez salvos, salvos para siempre” no es evangélica, y así como por las obras podemos mantenernos en la fe, sin las obras podemos perder la oportunidad que la gracia de Dios nos ha dado.
En estos momentos hay todo un debate en torno a una nueva perspectiva para comprender el tratamiento que Pablo hace de la ley, especialmente en romanos. La sospecha es que la interpretación de los últimos siglos ha estado muy teñida por la experiencia luterana alemana. En este sentido un metodista británico James Dunn ha realizado varios ensayos sobre este punto, ver Jesus, Paul, and the Law (Lousville, KY. Westmnster John Knox, 1990) y en su reciente comentario a los Romanos. Es probable que cuando estas ideas comiencen a conocerse más, harán impacto en la manera en que se ha interpretado a Pablo y ayudará también a comprender de una manera más amplia y menos “herética” el pensamiento wesleyano respecto de la ley.
Porque esta nueva perspectiva de Pablo, se encuentra muy cercana a la de Wesley. La cual obviamente es deudora directa de Santiago y este de la línea pensamiento del AT y los profetas. Es la línea directa que lleva a una opción por los pobres a través del amor.
Así, para Wesley existe una doble justificación:
*Justificación por la Fe para entrar a la vida cristiana
*Justificación por las obras para mantenerse en ella. Llamada santificación
La Gracia de Dios está presente en ambos momentos, en la primera como Gracia justificadora y en la segunda como Gracia sustentadora la cual en Wesley adquiere la forma de ley moral o ley del amor.
En este contexto vale la pena aclarar los conceptos de antinominiano o monergista y sinergista
Estos términos vienen de la discusión luterana con Roma y se da en el marco de la discusión soteriológica (doctrina de la salvación)
Antinominiano o monergista
Significa literalmente “Antiley” – Niega o disminuye la importancia de la ley de
Dios en la vida del creyente. Monergista: Mono= “uno”, Ergo= “unidad de trabajo”. Se refiere al trabajo realizado por uno solo. Niega la posibilidad de cooperación humana en la salvación. Los dos términos se unen para señalar la imposibilidad de que las obras humanas puedan cooperar en la salvación.
La aversión por la ley se explicaba de diversas maneras: Algunos afirmaban que no están obligados a obedecer las leyes morales de Dios porque ya Jesús los liberó de la ley. Insisten en que la Gracia no solamente libera de la “maldición de la ley de Dios”, sino también libera de la obligación de obedecerla. En este sentido la Gracia es interpretada como una licencia para desobedecer la Ley de Dios.
Sinergista
Sun = “junto con” / ergo= “trabajo” Una obra sinergística es una que envuelve la cooperación entre dos o más personas o cosas.
En teología se refiere a la posibilidad de cooperación o “habilidad humana” para cooperar en la salvación. En la teología católica esto era claro a través del concepto de Obras de supererogación o de mérito, a través de las cuales el ser humano podía ganarse la salvación. Ej. compra de indulgencias, contemplación reliquias de santos, etc.
Es clave ver que en el pensamiento de Wesley a través de lo que vimos de su concepto de doble justificación, encuentra una síntesis a esta polaridad:
La “entrada a la casa” es por iniciativa divina sin posibilidad de cooperación humana. Es la justificación por sola fe.
Pero “la vida en la casa” es por respuesta concreta del ser humano. Este debe cooperar para mantenerse en ella o volver a salir. Y esto lo realiza a través de las obras de amor inspiradas por la ley de Dios que son la que verifican la fe.
Buenas Noticias para los pobres
La postura de Wesley en innumerables escritos fue claramente antiesclavista y hasta su última carta fue escrita en su lecho de muerte sobre ese tema, dirigida a Wilberforce el gran abolicionista inglés. Sin embargo a mediados del siglo XIX en los EEUU la Iglesia Metodista Episcopal, expulsó de entre sus pastores a Luther Lee, Orange Scott, fervientes abolicionistas y feministas. Cuando la IME tuvo que decidir entre crecimiento numérico y económico por un lado y la fidelidad por otro, no dudó negar sus raíces en pos de su amoldamiento a una sociedad económicamente próspera.
¿A qué se debe esta contradicción? Tratando de responder a esta pregunta Dayton[n2] ha escrito ( he escrito) un artículo que fue una presentación en el Oxford Institute del año 1992, cuyo lema general era sobre la opción wesleyana por los pobres.
Dayton ve (Veo) en el metodismo una recurrente ambigüedad que lo lleva a abrazar la causa de los pobres y a alejarse de ella al mismo tiempo. Parte de este problema se encuentra en la ausencia de una sólida articulación teológica que permita al pensamiento wesleyano la comprensión teológica de este tema. Otros autores (Ted Jennings en su libro “Good news to the poor”) por su lado, sí cree encontrar en Wesley una articulación teológica. . Para Dayton (En mi opinión) el acercamiento de Wesley hacia los pobres no esta basado en un criterio teológico claro, sino más bien es un profundo acercamiento normativo y general.
- Los pobres estuvieron sistemáticamente presentes en la agenda práctica de Wesley desde su experiencia en Oxford hasta su muerte. Los textos de Mateo 25 (Juicio a las naciones) es central en su concepción pastoral.
- La predicación al aire libre también deber ser conectada con este tema. No fue casual que su primera experiencia al are libre fue un sermón basado en Lucas 4, 18-19 (La misión programática de Jesús hacia los pobres)
- El mensaje de Wesley estaba peculiarmente adaptado a los pobres, por eso por alguna razón “los pobres lo escuchaban gozosamente” Robert Hughes basa esta característica en la teología de Wesley muy influenciada por el arminianismo “con sus dos pilares: Universalismo y el rol central de la libertad humana en la salvación” [2]
- Wesley usa radicalmente el evangelio para relativizar una variedad de factores que generalmente sirven para sostener las estructuras de clase y oprimir a los pobres. Por lo que el mensaje de Wesley siempre tiende a un “evangelio igualitario”.
- Otro factor es que Wesley no culpaba a los pobres por su pobreza “es maliciosamente falso aquella común objeción de que ellos son pobres debido a su pereza” Wesley tenía una visión estructural ya que culpaba a los ricos por la pobreza de otros. Infinidad de sermones y escritos sobre este tema: “El peligro de las Riquezas” (87; “Sobre los Ricos” (108); “El rico y Lázaro” (112); “Sobre el peligro de las crecientes riquezas” (126). Wesley se fue radicalizando a medida que envejecía y veía cada vez con mayor preocupación el abandono que hacía el metodismo de sus principios.
Se podrían explorar muchos otros aspectos del compromiso de Wesley con los pobres: el rol de su programa editorial apara la publicación de libros accesibles para la educación de las clases bajas, su preocupación por la salud, orfanatos, escuelas, clínicas, etc.
Pero a pesar de este acercamiento comprometido y claro, se ve una ambigüedad fundamental en la herencia wesleyana sobre este tema. ¿Por qué el metodismo no puede sostener esa opción a través del tiempo?
Wesley mismo ve esa dificultad de que el metodismo pueda sostener su “opción preferencial por lo pobres” a medida que el movimiento se desarrollara, por lo que advierte sobre los peligros de que el metodismo se fuera amoldando a las nuevas posiciones de progresivo ascenso social.
«Muchos de sus hermanos, amados del Señor, no tienen alimentos que comer; no tienen vestimenta con que cubrirse; no tienen lugar donde descansar la cabeza. ¿Y por qué están en esta aflicción? Porque ustedes en su impiedad e injusticia y crueldad retienen aquello que el Maestro suyo, y el de ellos también, coloca en las manos de ustedes a fin de suplir las necesidades de ellos.» (Causas de la ineficacia del cristianismo)
Y también advertía:
“¿No parece acaso que el cristianismo, el verdadero cristianismo escritural tiene una tendencia a debilitarse a sí mismo a lo largo del tiempo? Porque allí donde se difunde el Evangelio este promueve la diligencia y la frugalidad, estas virtudes en el natural curso de las cosas genera ricos, y las riquezas generan naturalmente orgullo, amor a este mundo y todo tipo de actitudes que son destructivas para el cristianismo” .
(Causas de la ineficacia del cristianismo)
Wesley a menudo ha señalado en estos como en otros artículos, la dinámica que se establece en el crecimiento de la iglesia en cuanto a lo que se llama la “movilidad social ascendente” de los movimientos cristianos que adquieren fuerza acercándose a los pobres pero que luego de un tiempo –y de la mano de nuevas costumbres y otros factores- se alejan de la vida de los pobres acercándose a la dinámica de las clases medias.
Existe una dinámica social en movimientos que, basados en rigurosas disciplinas éticas, logran transformar las vidas de las personas. Esto trae nuevas disciplinas y estas favorecen progresivos “aburguesamientos” lo que cual termina anulando y traicionando el impulso original del movimiento.
En el metodismo ha sucedido algo así, la herencia metodista ha padecido una profunda ambigüedad de fuerzas opuestas. Por un lado el modelo de Wesley de acercamiento a los pobres y contra la cultura dominante; por otro lado están presentes las causas psicológicas y sociales profundas que empujan al metodismo lejos de los pobres, hacia una forma de ser iglesia más respetable y establecida acercándose al centro de la cultura dominante. Estas fuerzas opuestas crearon un metodismo muy inestable que fue formateando la historia de las distintas tradiciones metodistas durante el siglo xix. En algunos casos ciertas alas del metodismo reafirmarán y en algunos casos radicalizarán la opción preferencial por los pobres wesleyana. En otros momentos otras alas del metodismo, o las mismas alas en otros momentos de la historia, desarrollarán otra trayectoria y se alejarán de los pobres.
Esta ambigüedad fundamental yace aún en el corazón mismo de las corrientes que invocan a Wesley como fundador; la historia del metodismo a partir de Wesley debe ser interpretada en términos de esta lucha en el corazón mismo de esos movimientos.
La tesis central es que las sucesivas rupturas que sufrió el metodismo en el siglo han sido provocadas por esta tensión original y han tenido que ver más a problemas raciales-sociales que teológicos y /o doctrinales.
Algunos ejemplos en la historia del metodismo de los EEUU.
1_ Las iglesias Afroamericanas
Hacia fines del siglo XVIII y principios del XIX, las grandes masas de afroamericanos se acercaron al metodismo y a la tradición bautista. Esto no fue casualidad. La predicación metodista tenía un fuerte impacto en las clases bajas y desplazadas de la sociedad en formación. Esto sucedía cuando el metodismo mismo era pobre y sin expectativas de respetabilidad social. Cuando comenzó el ascenso social, los afroamericanos fueron progresivamente marginados de las estructuras centrales de poder, provocando tempranas secesiones tales como la Iglesia Metodista Africana, Iglesia de Zion, etc
2_ Los Metodistas Primitivos y Wesleyanos en Inglaterra
No fue sólo la raza el factor de fragmentación del metodismo, de ambos lados del atlántico aparecieron temas sociales al interior de las estructuras mismas de la iglesia: el tema de estructuras democráticas dentro del metodismo, el rol de los laicos en el gobierno de la iglesia, la cuestión del rol de la mujer en el ministerio, la naturaleza del ministerio y ordenación en general, el valor y la necesidad de un ministerio educado, la naturaleza del culto metodista, el uso del Libro de Oración Común y la liturgia formal, el sentido de los sacramentos en el culto metodista, canto congregacional, versus instrumentos musicales y músicos profesionales, formas de financiamiento de las iglesias, especialmente el sistema del alquiler de los bancos de la iglesia “pew rental” , lo apropiado o no de la predicación al aire libre, los campamentos evangelísticos “camp meetings” y su rol en la vida de las iglesias, etc. Los metodistas primitivos remaron algunos temas y prácticas centrales del tiempo de Wesley y sumaron algunas características del movimiento de Campamentos de Evangelización que había aparecido en los EEUU. Ambos movimientos resistieron el sistema episcopal, y promovieron el ministerio femenino.
3_ Los Metodistas Libres
Una de las articulaciones más claras de la “opción preferencial por los pobres” emergió en el norte del estado de Nueva York con el movimiento de los metodistas libres a través del ministerio de B. T. Roberts. Ellos enfocaron la mayor parte de los temas que problematizaron al metodismo del siglo XIX a ambos lados del atlántico. Rechazaron el episcopado, y afirmaron la igualdad representativa de los laicos en el gobierno de la iglesia. Roberts mismo estuvo muy comprometido con el ministerio femenino. Fue central también su lucha contra el alquiler de los bancos de la iglesia… Afirmaban ser metodistas libres de: asientos alquilados, del pecado, de cultos estructurados, de cantores profesionales, de los masones en la iglesia…
4_ El Ejército de Salvación
William Booth ministro de la Nueva Conexión Metodista protesta contra el aburguesamiento del metodismo y genera una respuesta concreta a la situación de los marginados. En sus primeros escritos se hace siempre una conflictiva referencia a las “iglesias respetables” como aquellas de las que querían alejarse. El Ejército de Salvación fue más la encarnación práctica de la opción wesleyana por lo pobres, antes que una articulación teológica de ese principio.
5_ La Iglesia del Nazareno
La Iglesia del Nazareno fue el producto de la ruptura ocasionada por el pastor metodista Phineas Bresse cuando rehusó ser trasladado por orden del obispo para continuar con una tarea de establecimiento de iglesias y recolección de fondos. Bresse quiso quedar en el lugar donde hasta ese momento había desarrollado su ministerio en una misión de rescate social a los marginados.
Los nazarenos fueron el producto denominacional más importante del llamado “Reavivamiento de Santidad” en los EEUU. Este movimiento tuvo muchas fuentes, desde el avivamiento de Finney con su impronta arminiana en Nueva Inglaterra, pasando por el optimismo cultural de la época que estaba lista para aceptar el perfeccionismo igualitario metodista como un soporte para la emergente visión democrática de la nueva nación, hasta los “Encuentro de los Martes” para la Promoción de la Santidad, organizados por la metodista laica Phoebe Palmer que llevó a muchos metodistas a la experiencia de la “santificación completa”. El Movimiento de Santidad Americano emergió de la amalgama de estas corrientes que se fueron fortaleciendo durante el siglo XIX y alcanzaron mayor expresión en la Asociación de Campamentos de Evangelización para la Promoción de la Santidad. Existe una tendencia a calificar a este movimiento como una expresión conservadora o “evangelical” del metodismo. Sin embargo esta visión que, tal vez sea cierta para su análisis en el siglo XX, no alcanza para comprender el fenómeno a fines del siglo XIX, cuando su compromiso social permitía recordar más a una radicalización de la práctica wesleyana que a una versión conservadora de aquella.
6_ El pentecostalismo en Chile
El surgimiento del pentecostalismo en América Latina en general y en Chile en particular es parte de esta expresión del movimiento de santidad en los Estados Unidos. Y debe ser interpretado como un subproducto de las fricciones dentro del metodismo del siglo XIX.
En síntesis, Wesley nos ha legado una sutil y compleja síntesis teológico práctica, que las distintas experiencias culturales posteriores del metodismo deben necesariamente mantener unida como un todo. Cuando esto no se logra, el pensamiento wesleyano pierde su potencia. Muchas de nuestras tradiciones llevan en sí solamente ciertas fragmentos de esa tradición, las cuales se excomulgan y acusan unas a otras de ser ajenas al la genuina tradición wesleyana. Esperamos poder recuperar al “Wesley Histórico”, y tal vez también la dinámica espiritual de la tradición wesleyana, pero eso solamente lo lograremos cuando podamos poner nuevamente esas piezas juntas, unidas en la interacción dinámica que tuvieron en Wesley.
[1] ( Scottdale, Herald Press,1985) cuadro pagina 31
[2] Robert Hughes III, “Wesleyan Roots of Christian Socialism”, The Ecumenist 13 (May-June, 1975) 50
[n1]Incluir diagrama
[n2]No se si lo querés poner en 1° persona, como si escribiera dayton o no. Te pongo las dos versiones.